¡¡¡¿Se iban a las 4 de la tarde al pueblo?!!! Imposible prepararle ninguna tarta a mi ricitos de oro favorita, yo salía de clase a las 4:30... Así que, dispuesta a reparar mi error imperdonable de no llegar, me puse el finde a hacerle unas galletas de colores increíbles con la técnica del doble horneado (gracias al blog de Mensaje en una galleta, no os lo perdáis: increíble las cosas que hace!).
Si
os habéis fijado en las mariposas azules pequeñitas, intenté grabarles
una letra D (por Daisy, obvio), pero no hubo forma... Nos cargamos las
mariposas grandes al sacarlas del horno... una pena, porque eran una
monada, pero ¡es que estábamos gafadas! jajaja
La próxima saldrá todo estupendo y a la primera :)
Por supuesto, no podía faltar su querida Peppa Pig... Sí, lo sé, no me acaba de encajar la combinación de colores, pero si le gusta Peppa Pig, me da igual si ella es feliz.
Besitos a mi super-decoradora de frigo
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